¿Hay días en los que la relación con tus papás te supera? ¿No entendés por qué se empecinan tanto en complicarte la vida? Stop!! Hagamos un esfuerzo por comprenderlos y lograr tener un mejor diálogo con ellos.
Ahora que te diste cuenta de que tus papás no se las saben tooodas y que ellos también se equivocan, todo se vino abajo. Es verdad que los tiempos cambiaron y que algunas cosas ya no son como en su época.
Pero definitivamente, la solución no es gritar más fuerte que tu mamá, ni ponerte como una nena caprichosa con tu papá. Lo primero que tenés que hacer, es demostrarles que tenés la madurez necesaria para afrontar este tipo de situaciones; que creciste y te convertiste en una chica sensata. Tenés que ganarte su confianza.
La confianza es la base para cualquier tipo de relación. Si ellos no confían en vos, no van a creer que sos lo suficientemente inteligente para cuidarte. Ellos sentirán miedo y los miedos de los padres se traducen fácilmente en prohibiciones. “No podés salir con ese chico!!”, te dice tu papá porque tiene miedo de que él te lastime. “No podés ir a ese boliche!!”, te dice tu mamá, porque piensa que algo malo puede llegar a pasarte.
Acá va un tip copado para este tipo de situaciones. Antes de pedirles permiso para algo, ocupate de explicarles a fondo la situación, pidiéndoles que primero te dejen completar la idea antes de acotar. Asegurate de hacerlo con tranquilidad, como una chica centrada. Explicales que tus amigos van a bailar a ese boliche desde el año pasado y que si se sienten más tranquilos, pueden llamar a la mamá de tal o cual amigo tuyo.
Entonces recordemos juntas que cuando hay un problema, siempre es culpa de ambas partes y que para solucionarlo, tenemos que prestar mucha atención a lo que nosotras estamos haciendo mal. Ánimo, te juramos que podés lograr que ellos te escuchen!!!
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