“Empecé a comer en exceso, compulsivamente comía y comía. Horneaba galletas y luego me comía toda la bandeja. Empecé a sentirme infeliz con mi cuerpo. Luego empecé a pasar hambre y luego pasé a vomitar y así fue como empezó la batalla dentro de mí”, contó Demi.
La cantante de #NeonLights confesó que la situación comenzó a agravarse cada vez más hasta que en un momento sintió que había tocado fondo. “La cosa se puso muy difícil, vomitaba y solo salía sangre, me di cuenta de que si no dejaba eso, me iba a morir”, dijo.
Menos mal que Demi recibió un tratamiento antes de llegar con su enfermedad a un punto sin retorno y hoy pueda contar su experiencia para alertar a otros jóvenes de lo peligrosas que pueden ser ese tipo de enfermedades!!
Vos, ¿Qué pensás sobre este tema?
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