¿Te gusta verte genial pero sin que se note demasiado el maquillaje? Bueno, el tightlining es para vos: se trata de un delineado que destaca los ojos de forma súper imperceptible. Lo único que necesitás es un tono de lápiz bien oscuro, ya sea negro, marrón o gris intenso, y un espejo a mano.
Antes de empezar, chequeá que el lápiz tenga buena punta para que la madera no te moleste en el ojo. Si es retráctil, sólo girá la base para liberar más producto. También es MUY importante que el producto sea blando; los que son duros 1) no marcan nada y 2) al hacer más presión para que se note, podés irritar la vista.
Lo que hay que hacer es delinear por la línea de agua del ojo, pero del párpado superior. Parece difícil, pero nada más tenés que inclinar la cabeza hacia atrás y tirar un poquito del párpado superior –como despegándolo del ojo–. Marcá una línea bien intensa y soltá. Listo! Ojos marcados en cuestión de segundos y de forma súper natural.
Un antes y después (con un plus de maquillaje de cejas muy prolijo):
¿Lo probaste? Contanos cómo te quedó!
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