¿Alguna vez dejaste la cartera al sol y se te derritió el labial? ¿O cuando trataste de aplicártelo, la barra se partió desde la base? No lo tires!! Prestá atención a estas técnicas rápidas y sencillas para salvarlo.
Primera opción: Con el microondas
Lo primero que tenés que conseguir es un frasquito vacío. Alguno de corrector o de bálsamo para labios bien limpio sirve perfectamente.
Tomá el labial roto y ayudándote con la punta de una cuchara o palito, pasalo con cuidado al frasquito vacío. Tratá de aplanarlo lo más posible para que no quede aire adentro.
Meté el frasquito en el microondas y calentalo muy de a poco –cuestión de segundos–, hasta que veas que se derritió por completo.
Sacalo del micro y revolvé con la punta de un escarbadientes para quitar cualquier burbuja de aire que haya quedado.
Limpiá los bordes con un tissue y dejalo enfriar para que se solidifique. Podés guardarlo en la heladera para acelerar el proceso. Listo! Como nuevo J
Segunda opción: Vela y cuchara
Al igual que en la técnica anterior, necesitás un frasquito limpio y vacío.
Tomá el labial roto y ayudándote con un palito, pasalo a una cuchara sopera bien grande.
Prendé una vela y acercá la cuchara con el labial roto al fuego, pero no mucho!! Empezá a unos 15 o 10 centímetros y andá probando cuándo se empieza a derretir.
Cuando el labial se haya convertido en un líquido uniforme, vertí el contenido de la cuchara en el frasquito vacío y dejalo enfriar igual que en la forma explicada más arriba. Labial rescatado!
¿Lo probaste? Contanos cómo te fue!
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