“Hey! Vos! Dale, subí”, parece decir el grandulón, que apoyó el traste en el borde del sillón. Claro, como no se ve, jamás se enteró de la razón por la que su amiguito no puede trepar y él sí.
Hora del baño!! Pero, oops… Parece que va a haber que cambiar de “bañadera”.
Cuando este perro era chiquito, su joven dueña seguro le hacía felizmente de almohada, pero alguien pegó el estirón muchísimo más rápido…
Cierta mascota tiene suerte de que su compañero tenga la fuerza necesaria para seguir haciéndole upa. Mirá cómo le apoya la trompa en la cabeza!! Más cómodo, imposible.
Algunos meses atrás, esa cuna tenía lugar para dos bebés… Pero ahora, uno dejó de serlo y ocupa más de la mitad!!
Casi que el brazo de la señora no tiene el largo suficiente para alejar la golosina de su “perrito”. En dos patas, mide casi como un jugador de básquet.
“¿El gato tendrá problema en que me tire acá un ratito? Má, sí… Yo me subo”.
Cuando era un cachorrito y se metía en el cesto de la ropa sucia, su imagen enternecía a toda la familia. Hoy, prácticamente queda escondido debajo del perro!!
En algún momento, seguro estos dos dormían haciendo “cucharita”. Ahora, el bulldog oficia de almohada.
Esa cara dice: “No pienso dejar de usar mi sillón”. Con algo de voluntad, todo se acomoda…
Pensar que este gigantón en algún momento ocupaba medio asiento… Ahora usa todo el espacio trasero de este auto!
Años atrás, este perrito tenía que pegar un salto para subirse a la silla… Si levantara las patas delanteras, hasta podría pasar por un amigo del abuelo que tiene al lado.
Qué fuerza tiene la señora!! Si uno de esos se para en dos patas sobre la mayoría de las personas, terminarían en el piso.
Con ese tamaño, él tendría que hacerle upa a su dueña.
¿Cuál de estas fotos te parece más divertida? Contanos!!
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